Por Thomas Geiger (dpa)
Sobre el Mazda MX-5 se contará la siguiente historia: Bob Hall, un periodista estadounidense, se sienta para cenar en 1979, entre otros, con Kenichi Yamamoto. Yamamoto es el jefe de desarrollo de Mazda y sigue con atención la acalorada discusión en la mesa. Hall clama por los pequeños roadsters MG B, Alfa Spider o Karmann Ghia. El japonés escucha atento, se inclina con cortesía y toma notas cuando Hall afirma que desea "un deportivo ligero".
"Un roadster pequeño, de precio razonable, en el estilo del viejo MG", desea Hall, "lo suficientemente fiable para usar también en caso de lluvia". "No tiene por qué ser muy potente, pero sí ser divertido", agrega. Aunque tras esa cena aún tardó diez años en producirse, ese encuentro está documentado en los anales de Mazda como el germen de un proyecto que cambió el mundo del automóvil. Fue el origen del legendario MX-5.
Hace exactamente 25 años se presentó el roadster en el Salón del Automóvil de Chicago y revitalizó el segmento. Sin su éxito, nunca hubiera habido coches como el Mercedes SLK, el Audi TT o el BMW Z4. "El MX-5 revitalizó el segmento del roadster de precio asequible y preparó el terreno para una gran flota de biplazas cabrio", explica el profesor de diseño Paolo Tumminelli.
Pero, al principio, Yamamoto era escéptico. Tras una jornada a toda velocidad en un Triumph Spitfire a los pies del Monte Fuji quedó convencido de la idea de un biplaza abierto, y llevó adelante el proyecto 729 pese a las resistencias internas en la compañía.
Cuando el pequeño deportivo con faros abatibles se estrenó en febrero de 1989 en Chicago, conquistó el mundo de golpe. Los brokers de Wall Street pagaron un extra para tenerlo antes que nadie, algo que sólo pasaba con modelos Porsche o Ferrari.
La fórmula del éxito del MX-5 se explica con facilidad. Aunque había modelos que consumían menos, tenían más espacio para los pasajeros, eran más cómodos y tenían más maletero, no había entonces en ese segmento de precio un vehículo que fuera tan divertido de manejar que el MX-5: dos plazas, espacio para un maletín y techo descapotable y ligero.
La velocidad era secundaria: el motor de 90 caballos se ponía a 100 en 10,6 segundos con una velocidad punta de 175 km/h, por lo que no era puramente un deportivo. "Pero quien atraviesa los Alpes con este pequeño roadster no necesita ya un Porsche", afirma convencido Dieter Becker, del club MX-5 Bluesky.
El escaso peso de 981 kilos, los asientos bajos y la tracción trasera hacen que no haya mejor coche en una carretera sinuosa, según Becker.
Ese punto de vista es compartido con pasión por conductores de todo el mundo. De la primera generación con las siglas internas NA se vendieron hasta 1998 un total de 431.506 unidades. El sucesor, el NB, alcanzó hasta 2005 las 291.123, y con el actual NC se han vendido más de 900.000. En el año 2000, el MX-5 entró en el libro Guinness de los récords como el deportivo abierto más vendido del mundo.
Hoy en día, con al menos 126 caballos y con un peso ligero en torno a los 1.100 kilos, el vehículo es un 50% más caro que en su estreno hace 25 años. "Pero comparado con otros deportivos de verdad, sigue siendo una 'ganga'", afirma Becker, que cree que el MX-5 ha mantenido con orgullo su fama de coche con perfil bajo que genera simpatías, a diferencia de los modelos de las marcas nobles.
Encontrar un coche usado de la primera generación puede costar entre 4.000 y 5.000 euros (entre 5.533 y 7.000 dólares), un precio muy reducido en comparación con vehículos del estilo Porsche. Además, está la ventaja de que es fácil de abordar desde el punto de vista mecánico. "Si alguien tiene habilidad y los amigos adecuados, no necesita un taller para el MX-5 de los primeros tiempos. Puede hacerlo todo por sí mismo", señala Becker.
Mientras personas como Becker cuidan sus coches clásicos, la firma japonesa trabaja a contrarreloj en la reedición del modelo, que se espera para 2015. Entonces no llegará sólo un nuevo roadster, sino que como cuando nació, hará revivir otros modelos. Y en esta ocasión de manera directa, ya que Alfa Romeo tomará de base el nuevo MX-5 para hacer regresar el Spider.