Las diferencias oscilan entre un 17 y un 45 por ciento. Según el estudio, las terminales emplean todo tipo de recursos tecnológicos para sacar provecho del actual Ciclo de Homologación de Consumo (NEDC) europeo que, además, poco tiene que ver con la conducción real: por ejemplo, utilizan neumáticos con mayor presión de inflado que la normal y de baja resistencia a la rodadura, además de aplicar retoques en la carrocería del automóvil para mejorar la aerodinámica.
La Organización de Consumidores y s (España), Altroconsumo (Italia), Consumentenbond (Holanda), DECO (Portugal), Test-achats (Bélgica) y UFC-que Chosir (Francia) han interpelado, en junio de 2013, al Parlamento Europeo con el fin de impulsar la obligatoriedad de aplicar el Worldwide Light Duty Test Procedure (WLTP) para 2017, que es utilizado por varias de las asociaciones de defensa del consumidor y que arroja resultados más cercanos a la realidad.