Unas pequeñas burbujas alrededor del foco del auto lo denotan: debajo de la pintura hay óxido y está a punto de salir. Los modelos antiguos deben enfrentar ahora el hecho de que hace muchos años no se tomaran medidas para prevenir la oxidación del auto.
Mientras los vehículos modernos no suelen sufrir ese problema gracias a su barnizado por inmersión, el uso del aluminio y otros métodos de conservación, los viejos automóviles se ven más afectados. Pero "si los dueños suelen estar atentos a los rincones más oscuros y se fijan en un par de cosas, el óxido es fácil de prevenir", dice Marius Brune, de Classic Data.
El experto en autos antiguos considera que para eso es necesario que la chapa esté en buen estado, pero también una limpieza regular. Y no sólo por encima de la chapa, sino por debajo: "Muchos limpian su auto sólo por fuera, para que brille, pero es más importante que el auto esté limpio por dentro".
Entre las cosas que hay que limpiar están los bajos, la parte interior del guardabarros y los bordes de los pasos de ruedas. "Los autos viejos no tienen guardabarros interior, por lo que la suciedad de la calle es arrastrada por las ruedas y termina en los rincones más lejanos, como las carcasas de los focos", indicó el especialista.
Si la suciedad se mezcla con la humedad, se convierte en un importante foco de óxido. Y con el tiempo aparece la corrosión. "Por eso, todas las esquinas y cantos deben mantenerse limpios regularmente con una limpiadora de alta presión", dice Brune. La mugre de los pasos de las ruedas puede sacarse fácilmente con los dedos o con un cepillo de dientes viejo.
En las casas de venta de rios se consiguen también guardabarros internos de aluminio o plástico que pueden utilizarse en muchos modelos. Estos pueden ser colocados fácilmente con un poco de habilidad manual para que las esquinas ocultas permanezcan limpias.
Brune recomienda también limpiar regularmente la zona inferior del auto con una limpiadora de alta presión. En algunos lugares especiales se utiliza hielo seco para eliminar el betún y dejar la chapa de abajo limpia. "En los autos antiguos este chequeo preventivo es más barato que soldar luego los grandes agujeros que se forman cuando hay mucho óxido", explica.
Pero la corrosión también puede limitarse con medios más sencillos y un poco de cuidado. "Cuando los orificios de las puertas, el piso y el compartimento del motor están limpios, el agua puede correr", dice Brune.
En los automóviles más viejos, que huelen a humedad, ayuda mirar debajo de las alfombras o dentro del espacio para la rueda de repuesto. Allí puede acumularse agua y afectar la chapa.
El agua se junta siempre en los lugares más profundos, por eso las carcasas se oxidan muchas veces de arriba hacia abajo. En estos casos ayuda secar completamente las alfombras y encerar la chapa.
Götz Knoop, presidente de la asociación alemana de clubes de autos clásicos, considera muy útil que a losautos antiguos se les haga un mantenimiento para prevenir el óxido: "El óxido puede eliminarse con elementos químicos especiales o con una limpieza con chorro de arena".
En tanto, para Frank Meyer, de la revista Autobild Klassik, además de controlar las cavidades hay que levantar con cuidado las gomas de las ventanas y revisarlas. Las que estén porosas deben ser cambiadas, porque a través de ellas entra agua al auto y luego no puede salir.
Como prevención ante el óxido, Meyer recomienda productos para la chapa que estén fabricados a partir de grasa o cera. En lo posible, deben ser rociados en caliente por toda la carrocería, para que puedan diseminarse bien y proteger la chapa.
"La grasa tiene la ventaja de que puede deslizarse a todos los pequeños rincones. En los días calurosos gotea desde el auto, pero rodea el óxido existente y lo frena. La cera sólo tapa el óxido y lo frena, pero es ideal en chapas no oxidadas", dice Meyer. Aunque este experto advierte sobre posibles soldaduras después del tratamiento con grasa, porque es inflamable.
Y además hay una buena manera y sencilla de prevenir el óxido: no sacar el auto en invierno en zonas en las que nieva, especialmente después de que se haya echado sal en las calles. La sal de deshielo es altamente agresiva. "La sal destruye al auto", dice Knoop, y asegura que con los autos pasa como con la gente: la belleza viene del interior, no del exterior.
FUENTE: Fabian Hoberg (dpa)